8 de mayo de 2024

Clarin Veracruzano

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El camino es la conciliación, unidad y organización

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Esteban Ramírez Zepeta

Morena es un partido que enfrentó con responsabilidad al poder público, saliendo a las calles a demandar paz, democracia y justicia para México. Durante años sufrió persecución, ataques sistemáticos del gobierno, la situación se encrudeció con la estrategia de los gobiernos priístas y panistas para atemorizar y mermar las acciones de nuestro partido. Nunca lo lograron.

Hoy la sociedad puede manifestar abiertamente sus opiniones y organizar sus movilizaciones sin temor a ser perseguidos o desaparecidos. Es la nueva era de la democracia, que solo el partido Morena puede garantizar, por lo que es nuestro deber como ciudadanía proteger estos logros y conservarlos.

Ahora nos corresponde en el estado de Veracruz consolidar al interior de Morena la unidad y organización mediante la conciliación, diálogo y acuerdos, para construir un camino que garantice refrendar la confianza ciudadana, con trabajo permanente y cumplimiento de cada objetivo de nuestro programa de acción y declaración de principios.

En Morena le apostamos al debate de las ideas, las que construyan acciones y permitan proteger los derechos fundamentales de las mujeres y hombres, en especial de los más pobres y vulnerables.

Ante el próximo proceso electoral debemos caminar por los 212 municipios con el objetivo de escuchar a la militancia, paso a paso lograr la fortaleza de cada comité, con lo que se viva intensamente la unidad, garantizando el trabajo transparente y productivo por la defensa de las causas justas de cada comunidad.

En el libro “Esferas de la democracia”, Jesús Silva-Herzog Márquez considera que: “La democracia no es una canica. Es un régimen complejo. Una casa de muchos cuartos, muchos moradores, muchos pilares. A pesar de ello, muchos han tratado de encontrar al verdadero dueño de la casa, su salón principal o el pórtico de entrada. Han intentado condensar en una píldora la esencia de la democracia. Pero ésta es escurridiza. Tratar de atenuar la complejidad de este edificio no hace más que empobrecer nuestra comprensión de la vida democrática. Y, con ello, se empobrece nuestra propia experiencia. No podemos negar que la idea es, en extremo, sencilla. Desde que nació en Grecia hace dos mil años, la democracia ha sido entendida como el gobierno que recae en la gente”.

Por lo que nuestra cultura política nos dicta que debemos trabajar al lado de la gente, cercanos a la gente y por la gente.

Iniciamos un profundo proceso de capacitación política, para adquirir conocimiento de teoría y práctica en la participación ciudadana. Desde la dirigencia estatal es un deber impostergable preparar tanto a nuestra militancia como a las personas que aspiran a un cargo de elección popular, es nuestra responsabilidad garantizar su crecimiento personal y profesional en medio de la creciente demanda social de mejores servidoras y servidores públicos.

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