20 de mayo de 2024

Clarin Veracruzano

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El legado de la maestra Chuy

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La maestra Chuy se fue. Durante muchos días y a pesar de conocer la gravedad de su enfermedad, tuvimos esperanza. Y es que una compañera de emprendimiento y actividades artesanales, es como una hermana. Muchas veces te acompaña en silencio y otras te anda arriando para que aprietes el paso.

Fue velada este viernes 23 de junio como se acostumbra en el rito católico. La maestra Jesús Herrera Beristain deja deudos. Su esposo el maestro Arsenio Suárez García y su hijo ex Omar Suárez Herrera. Han dicho que lamentan la pérdida irreparable de su familiar y los  que gusten acompañarlos Velará en funeraria de Jesús, ubicada en avenida Justino Sarmiento número 27-A Col.Laderas de Macuiltepetl, sala 5 en Xalapa.

La última vez que nos vimos le pedí que me enseñará a hacer esas muñecas de totomostle que hacía. Además abuelitos de hojas de maíz y entintado natural y le dió mucho gusto me dijo que sí que fuera a su casa cuando quiera. Ya no podrá ser. Y me da mucha tristeza porque no vamos a contar con ella con su compañía y sus consejos. Espero que con el tiempo ayude a sus seres queridos y pronto pase el pesar.

Las mujeres como ella, las muchas que se turnaron a acompañar a cuidar o simplemente a orar y ayudar en lo que bien pudieron y compañeros, también productores de artesanías, manualidades, productos naturales, de miel y otros, están al tanto y recordando momentos también.

Es que esta maestra tenía años y años, me parece que me dijeron que más de dos décadas, contribuyendo a hacer exposiciones y participación en ferias, y lo necesario para que el producto llegué al cliente.

Es muy difícil despedirse. Se hace un nudo en la garganta y más que no estoy allí para acompañarles, sino que estoy lejos. Pero le quiero decir que nos deja muchas piezas únicas que hizo con sus manos. Y muchos recuerdos del sufrir del artesano en Xalapa en los que dio la cara por muchos de nosotros para que nos dejarán llegar al cliente.

Gracias por tanto.

Fuente:

El legado de la maestra Chuy | La Silla Rota

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