Cientos de personas participan en la procesión del silencio en Xalapa

La noche de este viernes cientos de personas participaron en la procesión del silencio, qué año con año se lleva acabo en el marco de la Semana Santa.
Se trata de una actividad con la que se recuerda el dolor que padeció la virgen María tras la muerte de su hijo Jesús.
Sin importar las condiciones climatológicas, personas de todas las edades se dieron cita Emperatriz de las Américas, y encabezado por el arzobispo de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong, comenzaron a caminar.
Tras de él, se pudo apreciar la imagen de la virgen María vestida de negro y otra de Jesús luego de morir y haber sido bajado de la cruz; los feligreses iban con velas en mano en total silencio y solo se escuchaba el sonido de los tambores al frente.
La procesión inició el recorrido en la iglesia Emperatriz de América, ubicada en la avenida Américas, y bajó por varias calles de Xalapa para concluir en en la Catedral Metropolitana.
Al llegar a la plaza Sebastián Lerdo, el arzobispo pidió a los feligreses caminar juntos y en oración para hacer frente a todas las circunstancias que afectan a la población.
Recordó que actos como la violencia, la inseguridad, la drogadicción y diferentes acciones egoístas de las personas siguen presentes en la población veracruzana.
Por ello, destacó la importancia que tiene la familia.
«Este año la familia nos hace recordar que nuestros primeros pasos los dimos con el apoyo de nuestros mayores, incluso cuando nos sentíamos débiles e inseguros la fuerza de Dios y de la familia nos enseñó a levantarnos y caminar de nuevo, confiar de nuevo», expuso.
Además, pidió a los feligreses considerar la importancia que tiene la familia en cada paso que se da, ya sea en momentos de alegría o de tristeza, incertidumbre e inseguridad.
«Dios le pidió a su pueblo caminar en la libertad y eso significa que cada uno de nosotros escoja seguir a Jesucristo, hoy que caminamos en silencio recordando todo lo malo, las muertes, las injusticias, los vicios, los pecados, el alcoholismo, la drogadicción, la propia pobreza, cuando sufrimos viendo a jóvenes que están acostumbrados a vivir como un objeto, entonces caminamos juntos para nunca perder la esperanza y nunca perder de vista que Jesús que era el vencido fue el vencedor y nos hace ver que después de cada dolor y sufrimiento, de cada desesperación, de cada muerte hay luz y vida», agregó.