25 de abril de 2024

Clarin Veracruzano

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Alcohol, primer paso al abismo… ¡hay niños de 8 años que ya saben que es una ‘cruda’!

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Alcohol, primer paso al abismo... ¡hay niños de 8 años que ya saben que es una 'cruda'!

Uno de los vicios legales que cada vez es más normalizado entre los saltillenses, es el consumo de alcohol. A pesar de intensas campañas las cifras de consumidores no solo no han disminuido… van en incremento.

El Centro de Integración Juvenil es una institución encargada de otorgar orientación y ayuda profesional en los casos de adicciones en la ciudad de Saltillo.

Desde hace años viene reportando el aumento generalizado del consumo de las diversas sustancias.

En los índices más altos de consumo se han mantenido tanto el alcohol como el cigarro como sustancias de primer contacto, llegando a registrar casos de consumidores de hasta menores de ocho años, quienes ya experimentan con el alcohol.

Norma Alicia Pérez Reyes, directora del Centro de Integración Juvenil, señala que el 87 por ciento del total de jóvenes que llegan a este centro comenzaron su cadena de adicciones con el alcohol y con el cigarro, dos drogas legales.

Añadió que por la edad, aun no hay reportes de menores con dependencia, pero sí casos en donde los consumos son tan intensos que llegan a una intoxicación.

“El alcohol muchas veces es la sustancia con la que tuvieron primer contacto, pero también la que se mantiene. Las personas podrán ir dejando otras sustancias, pero el alcohol no”, advierte.

“Son contados los casos en los cuales no haya existido el consumo de alcohol y se haya iniciado con otra droga. El 95 por ciento de los casos que llegan aquí, su primera sutancia probada fue el alcohol”, advierte.

Añadió que de enero a octubre entre el alcohol y el cigarro registra 462 casos que llegan al CIJ, número que supera a todas las demás adicciones.

Agregó que al ser una sustancia legal se le va perdiendo la atención, ignorando los daños que provoca.

Una de la principal efecto es la perdida de juicio al consumir alcohol, pues afecta directamente al sistema nervioso.

Esta pérdida de juicio ha provocado que los accidentes automovilísticos sean las segunda causa de muerte entre los jóvenes. El primer lugar tiene que ver con eventos relacionados con la seguridad.

COAHUILA, SEGUNDO MÁS BEBEDOR

Según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, en Coahuila el 4.6% de la población confirmó que consume alcohol diariamente, por debajo de Nuevo León, que ocupa el primer lugar con el 4.7%, ocupando Durango el tercer puesto con el 4.4% de la población.

La encuesta también arrojó que el 62% de los hombres empieza a consumir alcohol antes de los 17 años y el 43% de las mujeres inicia el consumo en esa misma edad. En cuanto a la cantidad de litros que se consume en el año, son los jóvenes en un rango de edad de 18 a 29 años que más ingieren bebidas alcohólicas, los hombres 11.8 y las mujeres 3.5 litros.

MUJERES LLEVAN DELANTERA

Según Alcohólicos Anónimos, de unos años a la fecha ha crecido el consumo de alcohol en las mujeres, a tal grado más de la mitad de los casos de alcoholismo que atiende la organización, son mujeres.

“Hace un año por cada hombre que bebía alcohól, había una mujer, en la actualidad la mujer ya toma más bebidas alcohólicas que los varones”, asegura AA.

“Lo más alarmante” —agrega—, “esque el consumo de bebidas se da más en jóvenes, lo que a la larga provoca fuertes adicciones difíciles de superar”.

Consecuencias

El consumo de alcohol afecta gradualmente las funciones cerebrales, en primer lugar a las emociones (cambios súbitos de humor). Si continúa su ingesta altera el control motor, produciendo mala pronunciación al hablar, reacciones más lentas y pérdida del equilibrio.

También produce disminución de la alerta, retardo de los reflejos, cambios en la visión, pérdida de coordinación muscular, temblores y alucinaciones. Disminuye el autocontrol, afecta a la memoria, la capacidad de concentración y las funciones motoras.

La combinación de los anteriores efectos es causa de múltiples accidentes laborales y viales.

La bebida es responsable de más del 73 por ciento de los accidentes con víctimas mortales.

El consumo de alcohol daña las células cerebrales, así como los nervios periféricos, de forma irreversible.

Una persona alcohólica se aísla de su entorno social, suele padecer crisis en los ámbitos familiares (discusiones, divorcios, abandonos) y laboral (pérdida del empleo), lo que los conduce a la depresión y, en algunos casos, al suicidio.

Pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales.

El alcoholismo es una enfermedad incurable.

FUENTE: VANGUARDIA

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